Me decidí a pasar esto del cuaderno, pero no completamente:
Cada palabra sale tironeada, y no porque no esté seguro de las palabras, sino porque posiblemente (muy), no estoy seguro de mi mismo.
La parte fea:
Hay veces que te mienten tanto que terminás sin creer hasta en lo más obvio, en lo feo, pero tampoco en lo lindo, uno se convierte en un escéptico que no ve (no por el hecho de no mirar, sino mirar más allá de las cosas). Te mienten sobre historia, política, economía, sociología. Te mienten los que saben y te mienten los que no (hasta los más soberbios que no creen que están mintiendo), y te mienten en el amor. Y acá paro y reflexiono, porque de todas las mentiras es la única que me importa. Te mienten por miedo y por egoísmo, incluso llegás a creerlo, llegás a negar e insultar tu propia inteligencia, y sonreirle a esa serpiente venenosa con ojos de fuego y colmillos afilados. Renegás de todo, te negás a ver, y el dilema es ese, que uno mismo se niega, y te mienten, quizás porque ven en vos algo que no se ve todo el tiempo, de la misma manera que uno mira una linda casa o un Audi, con la diferencia de que mis sonrisas no se pueden pagar en cuotas, y así el amor se transforma en nada más ni nada menos que una moda, en una tendencia, con corte, escote y volados. Se transforma en un reloj, con mp15, cámara y auto. Se transforma en todo lo que no es.
La parte linda:
Hay veces que decidís cerrar los ojos y creer. ¿Creer en qué?¿Creer en lo que nos dicen?, no, creer en lo que vos decís y en lo que ella dice, creer en el universo que se puede armar en 2 semanas, creer en el reflejo de su cara en el agua, creer en el brillo de las estrellas ni remotamente tan hermosas como sus ojos, creer en un abrazo que te lleve tan lejos que no encuentres como volver, creer en que ese abrazo hizo que no quieras volver, creer en sus manos heladas acariciandote el pelo, y su respiración llenandote los pulmones, creer que el susurro del viento contra su pelo le pongan música a la escena casi perfecta, en puntas de pie y con una sonrisa. Y antes de que los ángeles decidiesen bajar y matarnos, ángeles que envidian tanta perfección, ángeles con alas pero sin vos, es que aparece el tiempo y nos recuerda que, en orden:
Estamos vivos
Estamos parados sobre algo
Ese algo es donde vivimos
Hay gente al rededor
Es tarde, y peligroso
Hay que volver
El tiempo sigue pasando.
Y en el medio de toda la tensión confudí tu nombre (perdón, pero fue mi inconciente, es tu parecido a la utopía el que me hace perderme), y la verguenza es la encargada de colorear mejillas y hacerme pensar en lo que dijo el que más sabe del tema.
"Aquello que llaman "rosa", seguiría siendo tan inmensamente hermosa así se llamara Lucía, o Julieta".- (En realidad no dijo eso, pero hoy no me para nadie).
C'est fini.
(suspiro) (suspiro) (suspiro)
ResponderEliminarescribis taaaan lindo (y si, lo voy a seguir diciendo)
y te mienten en el amor. Y acá paro y reflexiono, porque de todas las mentiras es la única que me importa...
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